EL ESTRÉS, ¿PUEDE SER EL CAUSANTE DEL DOLOR DE ESPALDA Y HOMBROS?
La mayoría de las personas de la sociedad actual en un país como este tiene un estilo de vida atareado provocando un estado de continuo estrés.
Además este año se ha visto agravado más con las consecuencias sanitarias, económicas y de incertidumbre provocadas por la pandemia de la COVID-19.
El estrés es una de las enfermedades que más aumenta de manera global en todo el mundo.
El estrés es una reacción fisiológica provocada por una situación complicada o difícil, ésta puede ser física o emocional.
El organismo responde de diferentes maneras como defensa.
Tener estrés de manera moderada es normal, puesto que de este modo el cuerpo está en alerta ante posibles agresiones o amenazas y es una manera de adaptarse al entorno cambiante. Pero un estado de estrés continuado que mantiene al cuerpo en constante tensión acaba a la larga provocando problemas de salud.
Una persona con estrés pasa normalmente por tres etapas:
- Etapa de alarma o fuga. El cuerpo produce más energía y por tanto cambios químicos en él.
El cerebro envía señales y se activan la secreción de hormonas. Éstas provocan una reacción en cadena en el organismo como tensión muscular, aumento de la frecuencia cardíaca, elevación del flujo sanguíneo y se agudizan los sentidos.
En esta primera etapa, los músculos ya sienten un primer prolegómeno de posibles síntomas de tensión. - Etapa de resistencia. Se continúa en situación de alerta. Es difícil o imposible llegar al estado de relajación y el cuerpo mantiene activa la secreción de hormonas produciendo una alerta constante.
- Etapa de agotamiento. Esta etapa es la más compleja porque es cuando el estrés se convierte en crónico y el estado de alerta se mantiene en el tiempo, sin dar tregua al cuerpo. La resistencia se agota y los problemas físicos y psicológicos se agravan.
No se descansa, aumenta la liberación de cortisol, la tensión acumulada se cronifica y aparece la ansiedad.
Para diagnosticar el estrés es complicado, pero existen algunos indicadores que ayudan a determinarlo.
Los indicadores fisiológicos se muestran con diferentes síntomas físicos como dolor de cabeza, debilidad, enfermedades dermatológicas, dolor de espaldas, de cuello, hombros, dolor de pecho que puede confundirse con un infarto, etc.
El dolor de espalda, cuello y hombros es uno de los más tratados por nuestro equipo de fisioterapeutas.
El estrés hace que se tensen de manera involuntaria y automática los músculos de los ojos, la mandíbula, el cuello o la espalda. Si esta tensión es esporádica a causa de un momento de estrés puntual no produce consecuencias. Pero el problema se presenta cuando este estrés es crónico.
La tensión no deja que se relajen los músculos dando a dolores y entumecimientos de los miembros afectados.
Para tratar el estrés es fundamental el cambio de estilo de vida, incluyendo el cambio en hábitos saludables de alimentación y realización de actividad física.
El ejercicio físico ayuda a exteriorizar la energía y la tensión acumulada.
Además el cerebro produce endorfinas, que son potenciadoras del estado de ánimo.
Cómo aliviar la tensión muscular a la espalda
En el caso de sufrir tensión muscular a la espalda, al principio es recomendable darse una ducha de agua caliente para intentar relajarse y por tanto relajar también la zona afectada.
Realizar ejercicios de estiramiento de hombros y espalda de manera pausada, intentando estirar sin movimientos bruscos cuello, hombros, brazos y espalda.
En el caso de tener dolor recurrente lo más adecuado es ponerse en manos de un fisioterapeuta.
La fisioterapia es uno de los mejores tratamientos para el dolor cervical y dorsal provocado por el estrés porque la presión con las manos en diferentes puntos clave del cuerpo ayudan a restablecer el orden y la tranquilidad.
El masaje terapéutico mejora la irrigación sanguínea, las contracturas provocadas por la tensión muscular y los movimientos bloqueados por la rigidez.
La fisioterapia también ayudará a la mejora del insomnio porque disminuye el dolor y, por lo tanto, relaja la mente disminuyendo la creación de cortisol, desbloqueando las emociones gracias al hecho que mejora la segregación de endorfinas, responsables de la percepción de bienestar, felicidad y la euforia.
Si tienes dolor en la región cervical (cuello) y parte alta de la espalda (región dorsal) no dudes en pedir cita a nuestro equipo de fisioterapeutas de IRITEB, seguro que te podemos ayudar.