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La condromalacia: qué es y cómo es su tratamiento y recuperación

La palabra condromalacia significa reblandecimiento del cartílago, que acabará provocando un desgaste del mismo. La condromalacia más frecuente es la llamada condromalacia rotuliana, que afecta a la rótula, en la rodilla.
El cartílago recubre las articulaciones y las protege y es normal su desgaste.
Por eso, la condromalacia es más frecuente en personas de cierta edad, que han acumulado años y años de movimiento de las articulaciones.

La condromalacia rotuliana es cada vez más frecuente

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la condromalacia rotuliana es cada vez más frecuente entre jóvenes o personas de mediana edad.
No tendría por qué ser habitual, pero se da en casos donde la persona practica deporte con cierta intensidad. Una práctica deportiva muy intensa, en efecto, provoca un desgaste del cartílago por encima de lo normal y puede provocar dolor y malestar articular al causarse una condromalacia.
Alteraciones anatómicas  individuales, malos hábitos deportivos, tarumatismos, etc. pueden ser la causa más habitual de este mal, y son muy frecuentes, tanto que pueden afectar a la mitad de la gente que practica algún deporte (por eso es también importante practicar un deporte con un buen instructor).

Deportes que provocan un mayor desgaste que otros

Algunos deportes provocan un mayor desgaste que otros.
Mientras el ciclismo y la natación casi no desgastan el cartílago, los deportes en los que las piernas realizan esfuerzos en forma de frenadas, giros, arrancadas o semejantes, como ahora el fútbol, el baloncesto, el tenis o similares, pueden provocar algún caso de condromalacia.
El porqué tiene que ver con muy diversos factores.
Por ejemplo, no es lo mismo un deportista aficionado que dedica tres horas a la semana a otro que entrena el doble o el triple de horas, o con mayor intensidad. La superficie sobre la que se hace el deporte también influye.
Como la rodilla absorbe el golpe de la pisada, no es lo mismo un deporte sobre hierba, como el fútbol o el hockey, que otro sobre tierra, como el tenis, o sobre el parqué de una cancha de baloncesto.

El factor que más influye es la manera de moverse

Sin embargo, el factor que más influye en la presentación de una condromalacia es la manera de moverse, lo que llamamos biomecánica de la rodilla.
Un apoyo correcto, una postura adecuada, una buena pisada, la distribución del peso corporal en ambas extremidades, etc., serán imprescindibles para reducir el desgaste de las articulaciones.
Por eso, es importante el estudio de la marcha y, en caso de deportistas, el análisis biomecánico de su carrera, para descartar que haya cogido vicios y malos hábitos que perjudiquen a la articulación.
Igualmente, estos estudios son importantes porque no solo cada persona tiene una manera particular de moverse, sino que cada deporte adopta estrategias propias para moverse con eficiencia y seguridad.

Así, no será lo mismo el caso de un tenista que el de un baloncestista, aunque tengan algunos puntos en común.

La importancia de corregir la articulación

Por eso es tan importante corregir la articulación favoreciendo cambios en los apoyos —por ejemplo, mediante el uso de una plantilla o de un calzado adecuado— o corrigiendo o reforzando la musculatura, que aliviará la presión a la que se somete la articulación.
Para ello, como se ha dicho, la exploración de cada paciente y el análisis de cada caso serán imprescindibles y básicos para una buena rehabilitación.

La detección de la condromalacia

La condromalacia se detecta mediante resonancia magnética o realizando una artroscopia, porque los cartílagos son tejido blando, y son radiotransparentes (no se aprecian en una RX).
Debe tenerse en cuenta que los cartílagos no se regeneran, porque tienen una capacidad limitada de autorreparación del daño causado.

Los tratamientos de la condromalacia

Aunque existen líneas de investigación médicas sobre sistemas de regeneración de cartílagos, todavía falta tiempo para poder hablar de una solución medicamentosa.
Sin embargo, sí que es posible frenar el deterioro del cartílago y mejorar la calidad de vida del paciente, a veces de manera muy notable, con una buena rehabilitación.

Existen otros tratamientos, y todo dependerá del grado de condromalacia.
Por ejemplo, mediante infiltraciones en la articulación cuando el desgaste del cartílago es más acusado.
En algunos casos, se infiltra ácido hialurónico, que hace de lubricante y consigue aliviar los síntomas; en otros, factores de crecimiento plaquetarios (PRP).
Pero, atención, los colágenos por vía oral no sirven para nada. En casos extremos, podría recurrirse a la cirugía.

Como medida de prevención contra la condromalacia, se recomienda evitar actividades que desgasten especialmente los cartílagos, progresividad en la práctica deportiva, y será bueno fortalecer los cuadríceps y la musculatura en general con deportes como la natación o el ciclismo.

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